jueves, 6 de septiembre de 2012

MIRADAS


Subes al bus y no hay dónde sentarse, está reventando de gente. Te acomodas parado como el resto de pasajeros. Adviertes que a tu lado hay una chica muy simpática que lleva puesta una chompa de color lila y el cabello negro amarrado. Ambos comparten un momento al mirarse. Minutos después estás conversando amenamente con ella, segundos después están besándose y siguen haciéndolo hasta que ella propone ir a su casa, se bajan en el siguiente paradero.


Caminan unas cuadras como amantes que se vuelven a encontrar después de varias vidas postergadas. Llegan a su casa y no hay nadie. Empieza el carnaval. Terminan exprimidos por tanto desgaste corporal. La noche los sorprende y ya es hora de que te retires. Ella te acompaña a la estación para que tomes el bus de regreso.


En el camino te encuentras con Percy, (un viejo amigo tuyo) que luce un nuevo look, lo saludas y le presentas a la chica que aún no sabes cómo se llama, la presentas no más. Él te cuenta que estuvo de vacaciones por Honduras y etc. Te despides de él y sigues con ella rumbo a la estación. Una vez allí piensas: seguro querrá que le pida el número de su celular para encontrarnos la próxima semana, ir al cine, hacer algo, quizás volver a su casa. El bus irrumpe tus conjeturas, abre sus puertas, te despides con una cotidianeidad de años y subes.


Adentro no hay dónde sentarse, está reventando de gente. Encuentras un sitio entre dos cuerpos, te acoplas al medio de estos. Mueves tu cabeza a un lado y observas a una chica muy simpática que lleva puesta una chompa de color lila y el cabello negro amarrado, en eso notas que te has pasado de tu paradero, que debiste haberte bajado hace rato y la chica de al lado ni enterada de tu existencia. Entonces reaccionas y te das cuenta que puedes soñar despierto.