Vemos a
Jack Torrance refunfuñar mientras camina por el pasillo que conduce al Salón
Dorado del hotel. Al cruzar la puerta, se detiene al ver el salón vacío y
oscuro frente a él. Ahora lo vemos de espalda, levanta su mano izquierda para
encender las luces. Corte. Hacemos un paneo de Jack mientras camina hacia la
barra, notamos al salón en todo su esplendor: las sillas y sus respectivas
mesas están decoradas y ubicadas a lo largo y ancho de todo el salón. Solo
faltan los invitados. Jack llega al bar, que luce vacío y limpio, no hay
bebidas ni vasos ni botellas, apoya sus brazos sobre el mostrador, estira la
cabeza y constata que efectivamente no hay nada de beber. Se sienta en una de
las sillas de la barra, le hacemos un plano medio luego se tapa la cara con
ambas manos y estruje su rostro con ellas y dice: !daría mi vida por un maldito
trago! Después baja sus manos hasta descubrir solamente sus ojos, sonríe y
apareces...
miércoles, 11 de diciembre de 2013
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