Te
propongo sembrar un árbol con nuestras raíces. Ser la semilla de futuros frutos
que jamás conoceremos, sellar nuestros apellidos más allá de la fría barrera de
la tumba. Te
propongo detener el sunset, justo ahí, para escuchar a las olas aplaudir nuestra
hazaña de amor eterno. También te propongo marea alta y baja, ahogarme en las
lágrimas de tu ausencia durante la noche, buscarnos bajo las coordenadas de la
casualidad para prenderle velas al azar. Volver a cruzar miradas como la primera
vez, identificar los fósiles de lo nuestro en tus retinas y llamarte por mi
nombre para proponerte algo más simple: pasar el resto de nuestras vidas
despiojándonos con total soltura, como los monos en cautiverio, mientras los
otros envidian nuestra hazaña de amor eterno.
domingo, 17 de agosto de 2014
viernes, 15 de agosto de 2014
NIRVANA
Ahora
que llegó hasta aquí, atrévase a enamorarse. Sienta atracción por el cuerpo
cuneiforme que observa y sincronice su ritmo cardiaco con el pausado latir de
un lugar invisible a los ojos del tiempo. Quítese la pesada mochila de la
soledad con el beso de bienvenido que brinda esta preciosa torre a sus
pretendientes extranjeros, déjese abrazar por su irresistible historia y
agradezca a las líneas aéreas que proponen destinos para corazones rotos.
Entréguese a este nuevo romance como si fuera el vigoroso pecho de una madre
primeriza, proceda a amamantarse y no se despegue hasta convertirse en el antropoide
de cerebro primario que un día fuimos, entonces, usted, alcanzará el nirvana:
notará que la razón y el tiempo son látigos que marcan la espalda de la
humanidad y que lucimos como la perfección pero no lo somos. Embriáguese con el
prolongado orgasmo que genera esta revelación que suena a tan poca cosa, luego deambule
por donde le indique su estómago y orine en donde le mande su cuerpo, así
aprenderá a respetar los ríos, los bosques, los desiertos y las piedras que se
prestaron para celebrarle al amor que aún sobrevive en este bello planeta.
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