Uno de lo
pedidos de Vladimiro fue tener derecho a una muñeca inflable, allá en la base
naval. Le dijeron que no. Que con esa solicitud demostraba su nivel de
perversión y que, en todo caso, se las arregle a solas. Pero a solas no solo se
las arreglan los presidiarios y adolescentes con acné en punto de ebullición,
pues resulta, que al otro lado del Pacífico, las mujeres de plástico y con
sonrisa Colgate 24/7 han desplazado al Génesis a las descendientes de Eva.
Formando un Nuevo Testamento en donde el deleite unilateral, llámese onanismo
(o egoísmo, si lo vemos más de cerca), mantiene en un verdadero apocalipsis al
género femenino en la Tierra del Sol Naciente.
Aquí lo
mismo, pero en video: