Ya en el
chifa, ella pidió de entrada una sopa más segundo. Yo cambié la sopa del menú por
una Inca kola helada más segundo. Al rato volvió el mozo con nuestros platos y llenó
la mesa. No recuerdo si la comida estaba rica o más o menos, no suelo regresar en
el tiempo por un menú de 11 soles, pero mantengo intacto el agradable sabor de
mi entusiasmo cuando le contaba la trama de la mejor película que he visto
hasta hoy.
martes, 23 de agosto de 2016
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